miércoles, julio 22, 2009

Estamos no pertenecemos / al país donde estamos

[este texto inspiró el poema anterior]

Don Armando, en varios de sus textos habla del criollo y en su libro Las Críticas de Chile (1999) se refiere a las “ilusiones criollas que se han muerto”. ¿Podría contarnos qué entiende usted por el criollo y por los valores o sueños que él tiene?


Eso me obliga a hacer una rememoración histórica, pero que es necesaria. La población chilena, la que se puede llamar chilena desde el siglo XVI, comienza a través del mestizaje entre los europeos que llegaron, españoles principalmente, y los autóctonos de Chile; mestizaje que se va multiplicando con el paso de los años. Hay que entender que la gran mayoría de la población chilena es una población descendiente de mestizos; criollos, porque el nombre “criollo” se da justamente a los nacidos en Chile como consecuencia de tal mestizaje.

En los siglos XVIII, XIX, XX continuó la inmigración de extranjeros al territorio chileno, en su mayoría españoles que provenían de las provincias vascas; inmigración muy grande si uno la compara con otras migraciones anteriores. Esos vizcaínos, por llamarlos así, que erróneamente Encina llamó “aristocracia castellano vasca”, pasaron a ser principales en los grupos dirigentes de la oligarquía chilena desde la Independencia en adelante.

En el siglo XIX se producen otras inmigraciones de personas de distintos países, incluyendo tanto a los ingleses que venían individualmente o con familia, como a los alemanes que llegaron a las regiones menos pobladas del sur de Chile, incentivados por el estado chileno, a través de Vicente Pérez Rosales. Todo este preámbulo es para llegar a una situación completamente distinta que es la actual, completamente distinta incluso a la que había sido históricamente en Chile. Y es que creo que en los últimos 40 ó 50 años, y muy marcadamente en los últimos 30, a causa de los inmigrantes que vienen a Chile de distintas partes del mundo –porque por cierto no he hablado de la inmigración árabe y la presencia de los judíos, sobre todo de los años 1930 en adelante y otras más-, se produce el fenómeno siguiente: si bien los inmigrantes y su primera y segunda generación de descendientes no constituyen, digamos, ni el 10% del total de la población de Chile (porcentaje que igualmente diría que es excesivo), éstos tienen, sin embargo, el poder económico, financiero, político, social e incluso cultural del país, como si fueran el 50% de la población. Es decir, tienen la mitad del poder real en Chile.

Esto puede ser mirado como xenofobia, pero realmente no lo es. Lo que ocurre es que las personas de primera y segunda generación extranjera no se asimilan a los valores, a las maneras de ser, de vivir y de contemplar la historia de la mayoría del pueblo donde se instala. Le señalo que incluso la señora Bachelet es de segunda generación por la madre y al menos de tercera por el padre. También muchos de los ministros y sus secretarios lo son, por uno o por ambos lados. Basta con ver los apellidos, es una cosa muy sencilla. Claro que hay excepciones, pero lo otro que no tienen los inmigrantes de primera y segunda generación es un conocimiento efectivo de la historia del país, no les importa, no es a eso que llegaron esos inmigrantes. Vinieron a hacerse la América, económica y financieramente y la hicieron hasta el extremo que, repito, creo que la mitad del poder efectivo y real de Chile, está en manos de gente de primera y segunda generación extranjera. Este es el dato principal para entender algo que es y ha sido un enigma para cada uno de los gobiernos del ’90 hasta ahora: ¿Por qué existe hoy un malestar general en Chile? Ha mejorado la economía y la pobreza ha disminuido en una cantidad de índices ¿por qué seguimos con este malestar? Esto de que existe un malestar es comprobado de diversas maneras por todos los que hablan de lo que hoy ocurre en este país, pero, sin embargo, no explican que la fuente de eso está en el hecho de que los chilenos son mandados por gente que no es chilena. Esto es sumamente serio, creo que es el principal asunto o problema sociológico que tiene Chile y, como ocurre siempre con los asuntos verdaderamente importantes, nadie lo toma en cuenta.

[una de las preguntas en la entrevista a Armando Uribe Arce en la revista 2010]

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabis que Uribe aunque diga que su hipótesis no es xenofóbica yo creo que igual lo es. Porque en el fondo lo que dice es que el mal de un país radica que el trastocamiento de su tradición (que los nuevos inmigrantes no sienten parte suya). Hay algo de nazi en eso,oh si.

otrosí dijo...

pero no critica al pueblo inmigrante, sino a la aristocracia; ni los peruanos ni los argentinos tienen puestos de poder en chile, son los descendientes de franceses, ingleses, austríacos, italianos que vinieron acá por "asuntos de negocios". se refiere justamente a los inmigrantes que no son discriminados, los europeos, que llegaron a chile no por un amor al paisaje y al pueblo chileno sino por intereses económicos. si eso es ser nazi, nelson mandela era nazi también al promover una sudáfrica negra.
el problema es que el desarraigo se mueve a muchos niveles, y no sólo depende de la disociación entre patria y nacionalidad en la clase gobernante(que es común a casi todas las ex-colonias).

Anónimo dijo...

Me parece que sostener que no se trata de racismo porque Uribe se refiere a la "aristocracia" y no al "pueblo" peca de ingenuo. Te pongo el caso de Argentina, donde los inmigrantes italianos (originalmente trabajadores populares europeos) eran vistos como la escoria tal como aquí en Chile vemos a los peruanos. ¿Y qué ocurre hoy? Todos esos italianos se aglutinaron en Buenos Aires y si bien se mezclaron con el pueblo también pasaron a ser la elite del país.
Aquí en Chile los trabajadores de izquierda que venían huyendo de la guerra civil española no eran ricos pero de todas formas devinieron elite del país. Ej: Roser Bru, Balmes (parte de la elite cultural chilena)
¿Se puede distinguir entre pueblo inmigrante o aristocracia inmigrante? Yo creo que no, porque sucede que el pueblo inmigrante termina deviniendo aristocracia inmigrante. Sobre todo en latinoamérica. Y ojo que la mayoría de los argentinos en Chile son gente de negocios; propietarios. No no no, no es lo mismo un argentino en Chile que un peruano en Chile. Difícilmente sabrás de una familia de 9 argentinos viviendo un un dormitorio en un barrio de Santiago como sí es común enterarse de que eso efectivamente ocurre con los peruanos. Insisto: esas distinciones (aristocracia/pueblo) no sirven para explicar lo que sucede en Chile.

En general dudo que los inmigrantes se trasladen por amor al paisaje. En general el amor al paisaje es un sentimiento fuerte en la pequeño-burguesía nacional, que por lo general no motiva a las capas de trabajadores inmigrantes que llegan a los países más desarrollados. Es más, no creo que un ricachón alemán venga a Chile con mayores intereses económicos que una peruana en busca de trabajo. Ahora, que aquí los discriminen los propios chilenos es otra cosa, y que unos sean más mediocres que otros también.
Me consta que Nelson Mandela promulgaba una forma de racismo (darle trabajo a un negro solo porque es negro...), así como los judíos también promueven sus propias formas de exclusión, como también lo hicieron los camboyanos, etc. No estoy de acuerdo en mimar el racismo de los "débiles". Eso es puro romanticismo. Es cosa de esperar un tiempo para ver que son igual o peores que sus viejos esclavistas.

Uribe se cae en esto: "Lo que ocurre es que las personas de primera y segunda generación extranjera no se asimilan a los valores, a las maneras de ser, de vivir y de contemplar la historia de la mayoría del pueblo donde se instala." Pfffff, por favor. De partida preguntarse: ¿hay valores y maneras de ser propiamente chilenas? ¿el mal de chile radica en que no somos mandados por chilenos, sino por gente distinta a nosotros, que tiene otros valores? ¿El mal de chile radica en que nos manda gente que tiene otras maneras de vivir? Pfffffff
Eso es racismo, racismo sesentero anti-imperialista.

otrosí dijo...

estoy de acuerdo con lo que has dicho; yo sólo estaba poniéndome en el lugar de Uribe. su posición me parece sensata pero muy insuficiente.
sirve como contrapeso del colonialismo el defender una cultura nacional, pero este colonialismo no es culpa de la inmigración sino precisamente de la incapacidad del "pueblo chileno" anterior a esa inmigración para establecer una sociedad con valores distintivos e independientes.
finalmente, los valores que predominan provienen de una sumisión rencorosa a la autoridad, que es similar a la de los pueblos invadidos; se obedece al invasor con resignación y dolor, que a través de las generaciones se va haciendo cada vez más inconsciente. las clases dominantes pueden tener o no tener arraigo, pero eso poco importa si desarraigan a quienes tienen bajo su poder.

Anónimo dijo...

Argentina tiene descendientes directos de Italianos,Vascos españoes y alemanes,no tiene sangre mesclada..Y vascos solo en Argentina vinieron 2 millones los dems paises recibieron apenas cientos

Cristóbal Gómez dijo...

Ahora se mezclan poh!, si vas a Argentina, notarás que no todos son blancos, hay varios también que tienen cara de mestizos como los de este país. En Argentina siendo siempre un país más cosmopolita y recibir migración más diversa, las distintas etnias se han ido mezclando; polacos con italianos, alemanes con vascos, indígenas con quien más sea; por plantear algo, no sea crea que no se mezclan, solo que más aun, en ese país, los inmigrantes han tenido más poder todavía.