viernes, septiembre 22, 2006

De Java a Goa

Pienso en mi tranquilo Java
donde nací
y seguirán
viviendo
mis nietos

De casa no sacamos más
que esta triste balsa
con la cual intentaremos cruzar
el océano indico

Arrastrados por la corriente
varamos en la costa
de lo que parecían ser
selvas vírgenes

A lo lejos divisamos
algunos nativos

Luego de mucho charlar
e intercambiar hojas de té
hemos llegado a lo que los pueblerinos
llaman
Goa

Hombres y Mujeres
de todas las razas
llegan a recibirnos

Goa parece un bonito pueblo
y su gente se ve más que feliz
todo el tiempo


Miro al mar
las chozas
son de
naranjos
techos
de paja
teñidos
por el reflejo
del sol
ocultándose
en el horizonte

Altas palmeras se mueven
como por efecto
de supersónicos
vientos invisibles

Miro los rostros horizontal
-mente iluminados
de mis acompañantes
sus pupilas plateadas
sus corneas cósmicas
sus ceños fruncidos
y cejas que intentan
proteger

Sonidos de tambores
se instalan en el aire
los pueblerinos se alborotan
y se lanzan a bailar

Empieza a anochecer
en Goa
una luz fluorescente
queda en el ambiente

La música es hipnótica
todos parecemos caer
en trance

Los nativos
nos apuntan la luna
me doy cuenta
que está llenísima

Pienso en mi tranquilo Java
donde
las noches
no son
como esta

2 comentarios:

Anónimo dijo...

convertido en un mito, Java y Goa, merecen un lugar en ese espacio desconocido.Muy buen poema.
Saludos

+ flai dijo...

ese poema yo lo escuché un 20 de septiembre, o me equivoco?


karol