Esperé toda la semana para ir a ver a Parra. La cita era a las 7pm en la Feria del Libro. Convencí a varios de mis amigos y compañeros del taller. Como era lo más lógico fuimos todos. Además que nos habían regalado la entrada.
Nicanor llego no sé cuanto atrasado, por mientras su presentador: el ex-presidente de la republica Ricardo Lagos daba explicaciones y rellenaba.
Comenzó Ricardo Lagos una larga y totalizante presentación que abarco toda la vida y obra del magnánimo poeta aquí convocado, mandándose incluso lujos como de leer el mismo poemas de su compañero de banca.
Cuando el ex-presidente apago su ego, fue el turno para que el anti-poeta leyera su propia poesía.
Anuncio el título de Amor no correspondido (Huainito) y de memoria frente al micrófono y su publico expectante recito sus dos primeros versos y paro porque se dio cuenta de que se le había borrado de la memoria, se excuso buscando rápidamente ese poema en su libro nuevo dándose cuenta relampageanteamente que en este primer tomo no caía este gran poema publicado por allá en el año 1985 en el Hojas de Parra, así que saliendo al paso dijo que leería cualquier poema que saliese en ese momento mediante acción del azar en las paginas que revisaba de sus Obras Completas (tomo I, de sus inicios hasta 1973), leyó un poema largo que fue el que se encontró, que ahora no recuerdo el nombre, ni de a que libro pertenece, pero recuerdo sí, que hablaba sobre la muerte.
Luego sucedió algo extraño, Parra se paro de su asiento como si tuviese el deber hacerlo y espero la ovación instantánea que el publico le demostró. La alabanza fue total. Se volvió a sentar, y cuando los ánimos ya estaban más calmos, espero un tiempo reflexivo y con actitud volvió a pararse, lo que hizo a continuación fue lo espectacular; con él publico sobre sí, mecánicamente echó su micrófono hacia arriba buscando la dirección que ahora tendrían sus palabras estando él de pie, y de la nada, con una solemnidad tremenda recito su más grande poema, El hombre imaginario.
Momento aquel donde se me pararon los pelos, mis sentidos quedaron encantados por la situación que vivía, y mi mirada se posaba fija sobre este hombre que recitaba con todo su ser resumiendo toda su obra poética en ese poema. El ambiente era especial, viví ese momento como un sueño. El lugar tenia un color especial al escuchar la música que sacaba con sus palabras.
Después de esto, no quedó nada más que decir.
Y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
Puedo decir que me fui contento
por lo menos
ya podré contarle
a mis nietos
-si es que tengo-
qué conocí,
aunque fuese
solo de estar
en un mismo
cuarto
compartiendo
el mismo
aire,
a
este gran
hombre.
Mi fetichismo
quedó concluido
y no me arrepiento.
2 comentarios:
sí, fue bien bonito. La piel de gallina se hizo presente cuando el hombre imaginario no lo fue tanto y la voz del tio Nica le dieron vida.
Harto rato esperamos...mmm, unos treinta minutos? sí, mas o menos. Yo mientras me rayaba los dedos y pegaba unas cositas plateadas, que estaban botadas en el piso, sobre unas sillas donde se sentaría la gente importante.
un abrazo amar rojo amarillo colorado
=)
* claroooo
* sacame pica porque yo me tenia
* que venir
* ñañaña
* baje la vena!°
* baiii
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