Ayer llegando a la casa pensaba en escribir sobre ese día, en los olores que esa tarde había sentido y a la vez recordado. Fue desde el momento en que desperté que experimente temporalmente por 24hrs una exacerbación del sentido del olfato. Si... Amanecí como nunca sintiendo olores, sentí de primera ese característico olor a sabanas y a plumón limpio, aunque estas hace tiempo que no se lavaban, pero lo sentí.
Después en toda la casa y hasta en el mismo aire diría yo que descubrí esa ‘fragancia’ a Verano, que talvez sea por esos míticos recuerdos a piscina que tuve cuando chicuelo-chicuelín, que en el fondo de esto es simplemente olor a agua de piscina. Y se acrecentaba mas cuando me lavaba las manos y me duchaba.
Siguiendo, cuando deambulaba por la casa sentí entrar por las ventanas ese olor a árbol, especialmente a pino y demáses. Esa rica y perfumada fragancia a hojitas y viento que nos dan los árboles en todos lados. Es raro pero en el Verano siempre siento mas olor a estos viejos amigos, los arbolitos.
Luego estando arriba en el segundo piso empecé de lento a rápido a captar el olor a lo que se estaba preparando abajo, la comida por supuesto. De lento a rápido sentía como el olor a comida, condimentos y demases se juntaban en un solo plato, luego cuando estaba lista la mesa y ya casi me la había comido. Si... Ayer caminando por varios lugares diferentes sentí como se me venían a mi esos fuertes olores a comida, varios olores, varias comidas. y así se me izo un hambre increíble, jeje.
Terminado de comer salí a la calle a tomar mi micro para llegar a mis talleres, ya encima sentí de la cortina de la micro, que estaba a mi lado por estar en la ventana ese asqueroso y hediondo olor a ropa sudada y re-sudada como de después de partido. Bluuuuuuuuff!!!, que ‘paja’ estar sentado a lado de esa ‘custión’ y eso. Siguiendo en mi trayecto sentí también como por la ventana se entraba ese inconfundible y siempre bien recibo olor a Pollo Asado, parece a demás que este salé por todos lados –siempre. Huuuuuuuum, aspirar hondo y quedarse con este olor por un tiempo. Mas adelante ya llegando como por la Alameda sentí ese peculiar y no muy amigable olor a neumático caliente por el sol, si algo no muy agradable, taparse la nariz y seguir no mas pues.
Al fin caminando ya por el centro, poco a poco y persona a persona descubría los perfumes y colonias que usaba cada gente. Perfumes de mujer, colonias baratas de hombre, olor sintético a flores y muchas cosas mas caminando local por local y gente tras gente que se me venía en la cera.
Volviendo a casa sentía ese fresco mas que frío olor a tarde que se avecinaba, ese como olor a decadencia del calor cuando ya se empieza a hacer noche. Como esa inodora situación de cierre del teatro, cuando te echan del concierto ya funesto, cuando es muy tarde y ya no existe restaurant que te cobije y abra las puertas. Ese olor de termino de un gran día que solo se da en Verano.
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