el cubo es un sesgo
es una capucha
que nos ponemos
–o nos ponen
una cueva de Platón
invertida
en la cabeza
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el cubo es un sesgo
es una capucha
que nos ponemos
–o nos ponen
una cueva de Platón
invertida
en la cabeza
el cubículo
donde pasas
la mayor parte
del día
–y de la tarde
es un cubo
no de cartón
pero casi
sí de paneles
de melamina
cubiertos por tela genérica
alfombra para los pies
contornos romos
esquinas pensadas
para ensamblarse
listos para replicarse
abiertos
no del todo cerrados
pero con poca luz
siempre artificial
nunca natural
caja herméticamente
sellada
como si fuese
una cámara anecoica
–o mejor:
una cámara anecoica
es como una caja
herméticamente sellada
John Cage
vendría a reclamar
sus percepciones
aunque nos encontraríamos
en una trampa de bajos
atrapados en una jaula de ardilla
con el oído bien puesto
tal vez es eso
lo que quiso decir
el preparador de pianos:
“el oído/la escucha
siempre está conectada
(en plug)
cuando se van/desaparecen
todos los ruidos
distracciones
y nos acercamos
al silencio
los sonidos miniaturas
toman el foco
(la atención)
y puede percibirse
toda esa biología
vida
bajo el ruido
*
bajo el ruido
hay otros sonidos
viviendo
que no habían
recibido atención
la escucha
de la concha
en el oído
son las resonancias
del medio
(material)
el aire
frente al material
nada más mínimo
que el aire
chocando con
las paredes
de la concha
el horizonte
del cuadrado
termina
en sus bordes
proyecta pares
de paralelas
finitas
que se cierran
en otro horizonte
opuesto
lo que nace
en el centro
del cuadrado
es un secreto
reservado
para los ausentes
las propias entrañas
de números vacíos
de significado
que se comunican
creando redes neuronales
soportando
el entramado
de una fibra
que le da espesor
y consistencia
al llamado
de la propia voluntad
de mantenerse vivo
por puro
aparente
capricho
en un estado
no de la materia
si no
civil
y con civil
quiero decir
político
me gusta echar
las esculturas
colina abajo
para ver
qué es lo que queda
me gusta echar
las ideologías
colina abajo
para ver
qué es cuál es su verdad
me gusta echar
los conceptos
colina abajo
para ver
su esencia
me gusta echar
las cajas de cartón café / los cubos
escaleras abajo
para ver
qué es lo que se imagina
arma
sueña
mezcla
despierta
encuentro mi cara
en la caja
de la leche
no estoy perdido
hasta donde sé
me busca la policía
tal vez
no tengo casa
esposa
ni hijos
jefe
ni tarjetas
de crédito
nadie sabe de mí
¿quién me buscará?
Lo definitivo excluye, por esta razón el poema desterritorializa
Nadia Prado