sábado, julio 29, 2006

Libro para escribir

Podría escribir de varias cosas, hablaré de mi libreta nueva.
La compre el día de la Cordillera Nevada.

Amanecí antes de lo esperado, con un frió no habitual. Corrí las cortinas, abrí la ventana, sentí el aliento de la montaña. Miré hacia arriba; Una Enorme Montaña Nevada.
Los sueños no superan esta belleza, la imaginación queda corta ante tal realidad.
Acontecimiento natural no normal que sobrepasa lo divino, no existe lo divino si ya lo tenemos aquí.
Al ver este paisaje me basta para creer en la vida, sentirme parte de algo importante, plantearme ser un hombre humilde en el mundo.

Así comenzó el día, deslumbrado por la presencia de la Montaña que ahora se dejaba ver luego de fuertes lluvias limpia aire, saca smog, y la estación climática que hizo teñir de blanco las faldas de la enorme dama.

Compré el libro gracias a un buen dato, eso si, lo compré más barato todavía, bastante más.
Y feliz, a escribirle.

La gracia de esta libreta, es que parece libro. Tiene tapa dura, 100 hojas y un tamaño digno de pequeño libro de bolsillo, ósea no como los de mesa.

Ahora a escribir mi propio libro.
Como el libro que se escribe en la vida.
Como ese libro que corrige el pasado de la memoria.
Como este libro que espera la propia verdad.

sábado, julio 15, 2006

102

102 años se cumplieron de la llegada al mundo del Poeta Chileno –hasta estos momentos- más grande de lo que va de historia.
Pablo su nombre, nombre adoptado para enmascarar su real identidad de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto.
Poeta multiregistro y de explosiva intensidad. Persona qué puso en el mapa de Gringos y Europeos a Chile como tierra de grandes escritores e incluyó su nombre en lo más alto del mástil de la Poesía Universal.

Este miércoles también se daba como ultimo plazo para la entrega de material para el concurso multigenero Roberto Bolaño.
Para llegar a entregar mis Poemas debía ir en metro.
Antes tenia que sacar 4 copias del trabajo, fotocopia de carné de identidad por los dos lados, y finalmente meter todo en un sobre.
Fui como siempre primero a sacar las fotocopias a un local del barrio Republica donde normalmente esta una bella y joven cajera.
Luego partí en metro hasta cerca de donde tenia que entregar. Y al subirme al vagón encontré como sorpresa a una amiga que no veía hace algún tiempo. Encontré increíble la coincidencia de habernos encontrado en el metro. Ella se bajó algunas estaciones después y yo cuando debía hacerlo.

Caminé por la apocalíptica lluvia, sin paraguas, menos con parca y con la única e incondicional compañía de mis audífonos y discman.
Llegue hecho un estropajo y rápidamente deje mis Poemas en la recepción del concurso.
Salí nuevamente a entregarme a la lluvia, ahora en alianza de mis audífonos y discman a conseguir una derrota más digna frente al clima.

A lo que corría por las calles, de repente, se me acercan dos chicas con un inmenso paraguas. Caigo dentro de su único y gigante paraguas y una de las dos, la más hermosa empieza a hablarme de Dios, de que si creía en él o de que si tenia conflictos metafísicos. Está tenia un bonito acento extranjero y la convertía aun más apetecible. Me preguntan si quisiera saber más de Cristo, pienso paralelamente que pudiese aprovechar ese momento para conocerlas más y crear contacto, respondo que no y luego empiezo a sentirme mal por haber desperdiciado aquella irrepetible oportunidad.
¿Cuándo nuevamente en la calle dos chicas, una guapa y la otra no, se me acercaran a hablar y preguntar si quisiera hacer contacto?
Por otra parte me siento bien al no haberme traicionado y haber engañado a Dios por conveniencias egocéntricas.
Fui sincero y no mezcle la posibilidad del amor por la verdad de una religión que no me pertenecía.

Luego de salir de ese oasis en la lluvia y seguir corriendo de vuelta a la estación que había dejado esperando, pensaba en lo que acababa de haber hecho y en el impulsivo sufrimiento que me embargaba.

Llegue al metro, entre a mi carro y me encontré a otro amigo que no veía hace tiempo, aunque parezca increíble.
Nos saludábamos y yo pensaba en lo extraordinario de encontrarse dos veces un mismo día, el día en que hubo nacido Neruda hace 102 años, a dos personas que no veo regularmente, en un mismo carro en el metro.
Hablamos un poco, él se baja. Yo sigo mi camino a casa...

sábado, julio 08, 2006

La Semana Pasada

La semana pasada, no esta, fue muy intensa.
El viernes arrastrado por un amigo de intereses similares quien me pidió que lo acompañará, llegue a lo que era una manifestación pacifica y como me diría después mi Padre, del Primer Mundo. Lo que hacíamos ahí era luchar contra la permanencia del Bioterio de la Universidad Católica de Chile. Así que entre como las 5 y las 7 pm estuvimos gritando, permaneciendo ahí en la entrada y salida de la facultad de Ciencia y Filosofía en la Alameda, bajo el alero de los brazos extendidos de Jesús en el cielo.

La Universidad Católica siendo tan conservadora tiene bajo la gracia de sus investigaciones científicas un Bioterio donde se maltrata al animal por el bien del hombre.
En la Manifestación incluso yo me vi envuelto vestido con una cotona blanca manchada con sangre, simulando ser un científico maltratador de animales. Otra gente especialmente chicas, andaban con pequeñas cartulinas con imágenes de animales experimentados por la ciencia. Y el resto de la gente bajo su brazo llevaban lienzos con frases alusivas a la manifestación. También me contaban que fue la vez que más gente se reunió.

Al otro día, sábado 24 de Junio, Año Nuevo Indígena, Mapuche con esto. De Noche de Equinoccio (del 23 al 24), Noche más larga del año y comienzo astral del invierno. Fue bautizada por la Iglesia Católica mi única Prima Hermana, de tanto solo 4 años.

El Domingo que venia me tocó asistir al funeral de mi vecina de al frente, gran Mujer de no tan avanzada edad, eso si ya demacrada por la hostil vida. Antes de morir no sé veía tan mal como para morir tan repentinamente como murió. Puedo dar fe que me quería o al menos me tenia cariño, porque siempre me saludaba o intentaba cruzar alguna palabra conmigo. Parecía buena persona.

El mismo día más tarde, a partir de un compromiso que ya tenia de antes, fui con un amigo a encontrar a otro, a un centro de reunión Krishna. El lugar como yo ya sabia, era un restaurant de su comida.
Govindas se llama el local y es en donde se puede comer y barato, además conseguir información sobre esta religión, los Hare Krishna.
El local a mí me gustó y pude comprender ahí mucho más de los Krishna.
Llegamos y ya estaban tocando y cantando mantras Krishna. Luego el maestro saco una predica apoyada también a partir de un libro sagrado. Nos regalo enseñanzas y nos propuso hacerle preguntas.
Después fuimos parte de un ritual Krishna, que consistía en baile, canto, percusión de instrumentos e incienso.
Cuando terminamos y ya estábamos cansados, o por lo menos yo, comimos comida Krishna. Todo muy rico y abandonamos el lugar.
Hay que dejar en claro que esto comenzó horas antes que nosotros llegásemos, así que no lo vimos todo.

Y otro punto no menos importante, es la presencia de una chica hermosa dentro de la ceremonia, me refiero con una presencia con el mismo rol que nosotros. Esta chica era occidental e igual como nosotros habíamos llegado esa tarde a buscar complemento espiritual. No cruzamos palabra con ella, apenas la miramos, es que por lo menos yo, sabia que estar ahí ese día era para otras cosas y que me tenia que contener. Igualmente la Mujer esa era hermosa y deseable aunque allá adentro no podía pensar en aquello. Mi espiritualidad esta primero.

Después de 3 días, con el mismo amigo que fuimos a ver a los Krishna, nos metimos en la empresa de ir a ver y ser parte, de la Radio Manini. Experimento surgido del amor de la Poesía y la actitud Rock Post-Modernista. Como medio centenar de personas se lleno esa noche de miércoles en el afamado marginal bar Touring del barrio Mapocho. Hombres y Mujeres todos vestidos de negro, provenientes sin duda de los callejones difíciles de esta gran ciudad, todos atraídos por el dulzor del alcohol compartido con amigos, demostraban con su actitud marginal, que como decían ellos, la verdadera Poesía esta en la calle.

El espectáculo era raro y rancio, igualmente me daba risa y me gustaba ser parte de esos momentos. Leí mi Poesía y quebré la estructura de lo que se estaba llevando hasta esos momentos, no creo que mi forma sea la que estaban buscando, pero igualmente les hice notar que me quería hacer presente con la Poesía ese día. Igual a la salida me saludaron y agradecieron. Incluso casi me voy a seguir carretiando con ellos, aunque preferí que mejor no, porque era primera vez que me veían y además porque al otro día tenia que ir a la U.

* * *

Las cosas estas que viví en la semana pasada, me dieron mucho que pensar.
Recuerdo al amigo de mi propio amigo que me invito a la ceremonia Krishna, que me decía: “Pensar mucho hace mal”. Luego de decirle que la visita me produjo mucho eso.
También del funeral saque la reflexión esa, de que en momentos importantes al ser uno el invitado, que tan cerca debe estar del protagonista. Uno tiene la duda de estar en papeles que no le pertenecen o dejar demasiado solo al amigo que te invito y que necesita de nuestro respaldo.
Y lo otro que saque, es el darme cuenta, de que el ego maneja nuestra vida moderna y que no nos deja crecer las alas bajo el brazo que debiésemos tener para poder ser todo lo libre que nunca aspiramos.

Y finalmente una historia que me contaron a la salida del encuentro de poetas marginales.
Me lo dijo el mayor de los asistentes y dueño de la librería Flor de Liz.
Este señor, al cual no tenia ningún complejo en tutear me contó la siguiente historia: Recuerda él que por lo menos hace ya 10 años atrás, en un concierto realizado en la Estación Mapocho, él estaba aburrido esperando lo bueno, y se fue afuera del recinto a tomar un vinito que había comprado en una de las múltiples botillerías de por ahí. A lo que de repente llega un vagabundo y le pide de tomar, y este como no se hace mala sangre, accede a la petición de este hombre de la calle. Se sumen a tomar y a conversar. Cosa que dura hasta que saliendo desde dentro de la Estación Mapocho acercándosele a estos dos un hombre, quien me cuenta esta historia asegura que pensaba que los vendrían a corretear por estar tomando afuera, cosa que finalmente termina en que este hombre se acerca más hacia ellos y le dice al vagabundo: “Ya Jorge (Teillier) apúrate, que ya te va a tocar”.

martes, julio 04, 2006

Pinhas

Recuerdo cuando el jueves pasado mi Padre al llegar yo de la U tarde, inmediatamente me dice: “Llamó Pini”, “¿y qué dijo?”, Le respondí yo –Pini o Pinhas, Pini es su sobrenombre, es un buen amigo de mi hermano que además vivía cerca de nuestra casa, ahora vive en Israel, Judío de toda la vida, incluso su Padre murió en la guerra, vivió en Chile hasta hace unos años con su Madre y Hermanos.
“Qué mañana se va a la guerra”, respondió mi Padre. De inmediato yo, me sentí atravesado desde el corazón tomando mi alma con eso hasta la verticalidad de lo trascendente.
Y para aparentar un poco más de tranquilidad, le pregunte a mi Padre: “¿y cómo se encontraba?”. La respuesta de mi Padre fue que: “estaba enfermo de borracho”.

Después de este impactante dialogo con mi Padre, caí con la cabeza atrás succionada por el acolchado del sofá a pensar y a imaginar la dramática situación en la que se encontraba Pinhas.
Pensaba profundamente en la angustia de la invitación a la muerte que te daba tu destino ineludible. Pensaba en la noticia de que mañana saldrás al ataque y de que tu futuro nadie te lo puede asegurar. Pensaba en las ultimas horas de paz antes de salir a destruirlo todo y no ver nacer la vida hasta que esto termine.
También me imaginaba siendo Pinhas con otra decena de compatriotas celebrando los últimos instantes emborrachándome como si fuese mi ultima vez. Me imaginaba siendo Pinhas completamente ebrio con una pena desbordante, con un miedo casi viciado ya de tanta adrenalina de la situación que ya se asume, con un corazón latiéndome a mil llamando a Chile a sus viejos amigos con una sensación final de una talvez despedida.
Finalmente me imaginaba siendo nuevamente él, estando en un cuarto oscuro sintiéndome solo y completamente entregado, teniendo la conciencia también de que cuando se de la luz la muerte vendrá a buscarme.