lunes, abril 10, 2006

Enfermeplus 2

II

En la segunda vez tenia como 13, ya estaba más grande y ya podía mejor darme cuenta en la situación que me encontraba nuevamente, todo se repetía; la misma incertidumbre, el mismo aburrimiento, la misma soledad.
Era la revancha de la enfermedad y yo ya no quería más.
Me paralizaría nuevamente la vida, el tiempo se detendría, yo quedaría aislado de la realidad, estaría aparte recuperándome de una enfermedad que me tendría cerca de 3 meses en cama.
Sabía en que posición estaba, ya tenia experiencia, y como no tuve mucho descanso, ya estaba cansado para está, habría que hacerse la idea de nuevo. Pero no, el año pasado justo me habían comprado una playstation y además no estaba dispuesto a pasarlo mal de nuevo. En esta ocasión, luchaba en contra de mi enfermedad y luchaba por no aburrirme como la otra vez. Si lo pensaba un poco, todo me daba pena y no encontraba explicaciones para que esto se repitiese de nuevo, para no tener pena y esas cosas, me sumergía en el juego con la consola y me hacia olvidar de donde me hallaba.
Jugaba todos los días, veía tele a destajo, pensaba un poco y hacia otras cosas que mantuvieran llenas las horas libres que me eran todas. Buscando que hacer todo el tiempo, el lapso en que estuve en cama fue un largo tiempo para el abandono psíquico que lograba con mi imaginación obligada a trabajar las 24 horas del día, la cual me ayudaba a olvidarme y alejarme de la situación nefasta donde me encontraba.
Me centre en mi interioridad, conversaba conmigo mismo para palear la soledad, fui queriéndome como persona y aceptando poco a poco mi condición. La soledad me abrazaba, pero yo además me encontraba conmigo mismo.

Esta vez fue más familiar, en vez de algunos amigos, recibía la visita efímera de mis abuelos, primos, tíos. La cosa esta vez era más cerrada y de menos esperanzas, ya no nos imaginábamos recuperado pronto, ya estábamos asumidos a esperar tipo 3 meses, los cuales se cumplieron, sin ningún tipo de sorpresa. Estaba todo ya más tristemente controlado, mis padres ya sabían como actuar, a la vez de mí que ya tenia todo un plan para no aburrirme.
Pero aunque todo halla sido más ordenado, yo me comportaba más libre y menos burocrático. Sabia que debía hacer y sabia que cosas hacerlas sin que supieran, me liberaba en condición, sin salir mucho de mi pieza y pensando planes nuevos para aniquilar mi sobrado e indevolvible tiempo.
Mi conciencia psíquica era mayor, pero me la pasaba puro perdiéndome con mi imaginación, en el fondo fue en esta experiencia donde debí haber tomado el gusto a ese existencialismo que me hace ser tan volado de imaginación y tan al margen de toda la actualidad. Fue ahí que en soledad, aburrimiento, enjaulado en mi pieza y anclado en mi cama donde tome como postura el desinterés y la autosuficiencia, pues sino no se puede resistir.
Dormido con los ojos abiertos pase estos 3 meses de Bronco Pulmonía en el pulmón izquierdo, sin saber tanto de mí, más que lo que me bastaba para no sobre desesperarme.
No me acuerdo de haber visto salir el sol por mi ventana, ni escuchar a los niños jugando desde ahí mismo. No recuerdo, haberme recordado estándome ahí. No recuerdo haber sido.
Me perdí, me olvide, no estaba aquí, ya no era. La enfermedad me encapsulo el tiempo y me lo boto, solo queda el recuerdo de un nunca recuerdo; un brote somnoliento existencialista que marcara mi vida.

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