sábado, junio 27, 2009

no una ni dos

ahora entiendo
porque Juan Carlos
preguntó por mí

él ni siquiera siendo
nuestro amigo
preguntó por mí
cuando te lo encontraste
en el concierto
acompañada
de otro hombre

entiendo
porque debiste estar
del brazo de él

debiste reírte
despreocupadamente
mirándolo a sus ojos

talvez de la mano
talvez solo del brazo

él contento
mirándote
hacía abajo
entre sus brazos

tú mirándolo
a él

y Juan Carlos
los sorprende

se pregunta por mí
tiene curiosidad
sabe que no te
dejaría estar así
con otro hombre

pregunta para saber
si seguimos juntos

tú le dices
que trabajo

*

una vez
me hiciste
lo mismo

estando
presente

esa vez
era otro

tú nunca
aprendiste
a tener
amigos
verdaderos

para ti
era normal
coquetearles
y que después
se fijaran
en ti

para ti era
normal

nuestros
amigos
en común
me molestaban

me miraban
para saber
como reaccionaría

no fueron dos
si no innumerables
situaciones
para mí

para ti
nada
normal

menos mal
todo acabó
ya no te
veo más
y no podrás
seguir
riendo
de mí

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las mujeres egoístas juegan sucio, hay que mearles el pelo y robarles el shampoo y esconderles la peineta y los pinches para cuando salgan a la calle a la plaza y no puedan disimular la podredumbre de corazón que llevan por la mañana por la tarde y por la noche

tal vez

Geork dijo...

Se hace interesante el escribir sobre nuestras vivencias. Los recuerdos se vuelben menos vulgares y a veces logramos resignificar de forma positiva ese pasado que alguna vez nos pareció cruel y triste.
Sin embargo creo que podrías usar más recursos de sublimación para enriquecer el texto y hacerlo más lírico. Onda más metáforas, metonimias, comparaciones, analogías, etc. En definitiva hacer más juegos del lenguaje, decirlo de tal forma que se confunda con la vida de los demás y/o de cualquiera.
Saludos y nos vemos el viernes en el chancho.